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Entendiendo la Mitología en el Siglo XXI. Parte 3: El Fandom

  • Por E.A.G.F. a.k.a. Alex Cröw
  • 17 oct 2018
  • 4 Min. de lectura

Overwatch Cosplay Group at Tampa Bay Comic Con with Jessica Nigri

En esta parte, para poder seguir hablando del mito es necesario entender una de las leyes fundamentales para su existencia; esta refiere a lo siguiente:


Un mito no puede ser llamado como tal si este no cuenta con individuos que le otorguen una vigencia y utilidad.”


Cómo ya lo hemos explicado en las notas anteriores, la utilidad del mito en sí mismo es difundir de forma sutil e indirecta el cómo es que está configurada la sociedad donde vivimos; difundiendo así conceptos nociones, códigos y el deber ser tanto aspiracional como aquel negativo con respecto a la era donde nos tocó vivir. Es por eso que el mito es comúnmente referido como una “guía”  y difusor de conocimiento.


Ahora dime: ¿Cuántas veces has acudido a cualquier fuente de información en busca de alguna respuesta?

¿Cuántas veces has encontrado “una respuesta” en alguna historia –cual sea– después que esta ha concluido?

Lo sé, es increíble y hasta extraño, esa satisfacción que te da hallar lo que tanto buscas en donde menos has esperado.


Entender a los contenidos difundidos cómo una Mitología correspondiente a esta era no es una tarea sencilla, algunos individuos se niegan a reconocer que ciertos contenidos son de suma relevancia para el otro debido a qué estos mismos le aportan al sujeto una especie de sustento psicológico que validan aquello que creen que es cierto y viable en el desarrollo de su vida cotidiana; los ridiculizan y se burlan de ellos por que no están acorde a lo que este cree.


Por irónico que parezca, los supestos presentados por estos contenidos son supuestos viables, a la par de entender que estos mismos son socialmente aceptados a nivel global, puesto que al hablar de la cultura de masas, su construcción se basa por aquello que resto del mundo considera y acepta al respecto.

La manera de determinar el éxito, el fracaso, el amor, la justicia, etcétera; no surgió de la nada; y más aún, no la conocimos por simple casualidad. Ésta llegó a nosotros en algún momento de la vida y seguimos reafirmando su significado y aplicación gracias a lo que el otro nos da a conocer por cualquier medio.


Ante cualquier problemática que se nos presente buscaremos información.

Si no poseemos alguna que nos brinde una respuesta entraremos en “duda”, y esto puede causar un “desequilibrio” que puede generarnos problemas a corto, mediano y/o largo plazo; una neurosis cómo la depresión o la ansiedad, por ejemplo.


“Quien es devoto de la sabiduría es devoto del mito” Nos cuenta Aristóteles, y hay que reconocer que la cultura y mitología Griega, a pesar de ser muy antigua para nosotros aún continua vigente, aún nos sigue maravillando.


A pesar de que al hablar de comics, música, cine, series y videojuegos perdemos seriedad alguna, es preciso reconocer que varios de sus elementos se han convertido en referentes culturales a nivel mundial.

Cada vez más es común encontrar fans de alguno de estos contenidos.

A manera de ejemplos, los más comunes pueden ser: Marvel y DC Comics, Assasins Creed, Harry Potter, Slash y Gene Simmons, Game of Thrones, etc.


Sí, todos los ejemplos anteriormente mencionados cuentan con elementos hiperreales y fantásticos que muy difícilmente se pueden manifestar en el mundo real pero, estos mismos sirven de inspiración para generar diversas iniciativas y acciones en el sujeto que consume estos materiales.

Ejemplos de ellos: Entender que es la amistad, el trabajo en equipo, la perseverancia, la segregación, lo increíble que es estudiar historia para conocer otro tipo de civilizaciones en otros tiempo o lo divertido que puede ser tocar guitarra y los beneficios que puedes adquirir al desarrollar ese talento; a grandes rasgos, lo que hagas con tu vida es elección tuya pero debemos alentarte a dar un primer paso, y eso es lo más difícil.


Más allá del éxito comercial de los contenidos anteriormente mencionados, hay que entender que este éxito se debe a la demanda del mismo y dicha demanda es por qué al público le gusta, y está ansioso por conocer más sobre el tema. Este mismo no sólo consume y se trata de mantener a la vanguardia sobre el tema, sino que también recrea algunos de los elementos que más le hayan gustado de la trama, volviendo real aquello que nunca existió; riéndole homenaje a una fantasía; comunicando y difundiendo la “palabra” que más le causo impacto.


¿A caso esto no es una aproximación a rendirle culto a dicho contenido?


Todo ser humano necesita algo en que creer; algo en que basarse. Hasta el más escéptico no puede negar todos tenemos esa tendencia a ser “espiritual” en algún momento de nuestra vida pero, también es un hecho que el hombre jamás creerá en lo mismo en lo que creía su abuelo en su momento.


El católico no creerá en lo mismo que cree el budista, ni el budista no creerá en su totalidad aquello que el escéptico y el agnóstico consideran como la “verdad de las cosas”. Lo que todos guardan en común es que todos los individuos anterior mencionados buscarán relatos y explicaciones que validen lo que creen y sustenten que lo que creen que es “la verdad”. La espiritualidad y la paz mental no están muy alejados después de todo, sólo es “cuestión de equilibrio”.


Si te ha interesado hasta ahora todo lo que te he mencionado en estas tres partes, espero te guste aquello que tenemos preparado para ti en el resto de las notas. Retomaremos estas premisas en próximas entregas.

Percival, El Dragón. Logo Oficial del Proyecto

“Creamos nuestras herramientas y luego estás nos crean a nosotros” -M. McLuhan

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